1. Enviar cartas de solicitud
2. Esperar a que respondan
3. Cruzar los dedos de las manos y de los pies

No llegaba a fin de mes escribiendo y tenía dos niños pequeños a los que sacar adelante. Había leído varios libros de Jim Cramer sobre el mercado de opciones, tras lo cual me convencí de que era capaz de aprender. No se me daba mal, pero tampoco era ninguna maravilla. Conseguí arañar unos pequeños beneficios con las acciones de Marvel Studios cuando anunciaron que crearían la película de Iron Man.

Un día, mi mujer leyó un artículo en un periódico local sobre un escritor que había publicado un libro por sí mismo usando un servicio de impresión a demanda. Me convenció de que era el momento de dejar de invertir en acciones basándome en mis corazonadas de películas sobre personajes de cómic y empezar a invertir en escribir. Tomé el dinero que había ganado con Iron Man y lo invertí en la autopublicación. Como siempre, mi mujer tenía razón.

Cuando mi libro Sweet Farts (no se ría, a los niños les encanta) se publicó en noviembre de 2008, mi mujer y yo cruzamos los dedos y esperamos tener la suerte de recuperar nuestro dinero algún día. ¡Nunca soñamos que Sweet Farts llegaría a la lista Humorous Bestsellers de Amazon en febrero de 2009 y se mantendría en ella durante cuatro meses seguidos! En aquel momento, no me hubiera imaginado que en solo cuatro años tendría ocho títulos publicados en los Estados Unidos, media docena de contratos en el extranjero y ofertas de películas por mis libros.

El año pasado lancé una nueva serie, School Is A Nightmare. Quería escribir una serie divertida para niños y sacar las obras al mercado con rapidez. Me asocié con Createspace para los servicios de creación de libros y con KDP para llegar a mis lectores de forma digital y ha sido la combinación perfecta. He utilizado promociones gratuitas, he participado en la biblioteca de préstamos y he publicado una edición ómnibus titulada Quadzilla para poder ampliar la cantidad de lectores de la serie. Publicaré varios títulos más en la serie este otoño.

He descubierto que cada vez más niños leen libros digitales en dispositivos y aplicaciones Kindle. La autopublicación de la serie me permite ofrecer contenido a los lectores cuando quiero y sin retrasos. Trabajar con Createspace y KDP es tan fácil que puedo probar con ideas nuevas y mantenerme al día en un mercado que cambia con rapidez.

En el futuro, me veo autopublicando algunos títulos y publicando otros de forma tradicional. La próxima entrega de mi serie School Is A Nightmare se está editando ahora mismo en Createspace, acabo de firmar un contrato para una serie nueva y divertida con un editor tradicional y tengo varios títulos terminados y listos para su publicación. Lo más emocionante ahora mismo es que cuando estoy escribiendo un libro, estoy seguro de que se publicará. Ya no tengo miedo de que el libro no llegue a ver la luz del día.

Atrás quedan los días de cruzar los dedos de las manos y de los pies. También he dejado de operar con opciones sobre acciones. La autopublicación ha resultado ser la mejor inversión, ya que ofrece un riesgo muy bajo y una recompensa extraordinariamente elevada. Creo que, después de todo, amorticé esos libros de Jim Cramer.